miércoles, 20 de noviembre de 2013

¿UN BUEN FIN?






Este último fin de semana de Noviembre se llevó a cabo la estrategia comercial denominada “Buen Fin”, una copia del modelo, de lo que durante muchos años, se ha realizado en el país vecino  Estados Unidos de Norteamérica.

En aquel país las ofertas se ponen a disposición del publico consumidor, para sacar las mercancías, sobretodo las de línea electrónica, que prácticamente serán descontinuadas y sustituidas por nuevos y actuales modelos.

En nuestro país se hace como estrategia para reactivar la economía, las ofertas son una ilusión mediática, aprovechada por el comercio y los dueños de la banca nacional, pues en su mayoría los productos se adquieren a través de tarjetas de crédito bancario a plazos de 12,18 y hasta 24 meses.

Tan es así, que el secretario de Hacienda y crédito publico, también participó en la promoción, organizando un sorteo, en el cual participan los consumidores nacionales que adquirieron sus productos con tarjetas de crédito, con una bolsa de premios de 250 millones de pesos, que no se pagaran del peculio personal del secretario de Hacienda, sino con los dineros de los contribuyentes.

En México, no hay buen fin, al contrario hay de que preocuparse, porque el crecimiento nacional no es el esperado, pues se esta por debajo del programado, mientras que en otras naciones de América su crecimiento es mayor que el nuestro.

El gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, al inicio de su gestión, hace ya casi un año, suscribió un pacto federal, de unidad, de colaboración, con las principales fuerzas políticas de México,  PAN, PRD, PRI, pero este pacto se ha convertido, no en la estrategia de gobierno que le permitiría conciliar y trabajar en forma coordinada, en camino pavimentado; al contrario ha sido de mayor utilidad para los partidos de oposición al PRI, para convertirlo en ariete de chantaje, cada vez que no le satisfacen ciertos acuerdos y que van en contra de sus intereses partidistas.

Los grupos radicales que han hecho presencia en diversos actos de `protesta publica , las medrosas actuaciones de los impartidores de justicia, la débil o nula respuesta de las autoridades a los actos de provocación que han sido lesivas para la ciudadanía, las mal llamadas “reformas”, educativa, hacendaria, energética, que no son mas que: en la primera, un ajuste de cuentas con el sector magisterial, cuya líder, actualmente en prisión, se entregó a las gestiones presidenciales panistas; la segunda, busca mas que reformar un sistema hacendario injusto, la recaudación en perjuicio de las clases medias y en mejorar los beneficios de la clase económicamente poderosa.

Y la tercera es la búsqueda de mayores negocios en beneficio de la clase empresarial para satisfacer y pagar las facturas de campaña.

Un buen fin, sería fomentar el ahorro entre la ciudadanía, otorgar premios  a quienes verdaderamente cumplen con el pago de sus impuestos, el saber que hay legisladores cumpliendo y defendiendo los intereses de sus mandantes, el premiar actos de honestidad de funcionarios públicos responsables y comprometidos con la ciudadanía, el trabajo unido de autoridades, políticos y ciudadanos por el progreso y la paz social de nuestro país, ese si que sería “UN BUEN FIN”

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