El
secretario de Hacienda y Crédito Público,
Luis Videgaray Caso, ha publicado un decreto en el cual se expresa que
la secretaria de hacienda destinara $250 millones de pesos, en un sorteo en
donde participaran todos aquellos consumidores que en este fin de semana denominado
buen fin y que dejo como herencia el ex presidente Felipe calderón, en clara imitación a la
estrategia comercial norteamericana, paguen sus compras con tarjetas de crédito
bancarias.
Que
idea más “ingeniosa” del secretario de hacienda, digna de considerarse para que
se gane el premio de ser el mejor funcionario del gabinete del presidente
Enrique Peña Nieto. Pues con esta medida
da muestra de dos cosas: primera su afán por congraciarse con las
instituciones bancarias y su estatura como funcionario, al incentivar el
consumismo y dejar constancia de mediocridad y falto de sensibilidad social.
Mucho
se ha hablado de una reforma hacendaria, que de reforma solo tiene el nombre,
en realidad es una miscelánea fiscal, en donde los actuales responsables del
gobierno federal, buscan hasta debajo de las piedras el dinero necesario para
seguir manteniendo los gastos de un aparato faraónico, conformado por
funcionarios de gobierno de los tres niveles, senadores, diputados, gobernadores,
presidentes municipales, y funcionarios de la alta burocracia. etc.,
El
secretario de hacienda en lugar de implementar medidas para el ahorro, se
convierte en un estratega comercial en beneficio de la clase empresarial, otorgando premios con los emolumentos del
pueblo, del que si cumple con el pago de impuestos, a diferencia de la clase
empresarial que obtiene grandes ganancias no solo por sus ventas, sino también por
las exenciones de impuestos que el gobierno a través de la secretaría de hacienda
logra, para seguir incrementando su poderío económico.
El
secretario de hacienda Luis Videgaray debe preocuparse por el nulo crecimiento económico
que ha tenido el país, desde que el presidente Peña Nieto inicio su gestión, y
no interesándose en organizar sorteos para estimular el consumismo; en tomar medidas para el crecimiento económico
ahí debe utilizar su talento y su preparación profesional, porque al parecer
nada de esto ha demostrado hasta la fecha.
Reforma
hacendaria no es imponer impuestos al alimento de mascotas, a los costos de los
pasajes del transporte que utilizan los usuarios
para trasladarse entre las entidades de la republica, impuestos a los alimentos
chatarra,(botanas) a los refrescos, porque estos impuestos están dedicados a
gravar todavía más a las clases medias y marginales que son las que más
consumen y utilizan estos servicios.
Feliz
anunció el secretario de hacienda su gran sorteo, y feliz tendrá que esperar
las respuestas de la ciudadanía que a un año de gestión del presidente Peña
Nieto, se encuentra decepcionada de su gobierno.
Espero
que videgaray no emule al general Antonio López de Santana, que urgido de
dinero para su gobierno, dio instrucciones
para que se impusiera un gravamen a todos aquellos propietarios de
viviendas, para que pagaran un impuesto por cada ventana que tuvieran sus
casas.
Cuando
en nuestro país se aplique verdaderamente la ley de responsabilidades para
funcionarios, y se sancione aquellos funcionarios que se responsabilizaron de
un cargo público, para llevarlo con esmero, eficiencia y sobre todo con honradez, este México será
otro, pero desafortunadamente en nuestro país, se premia la deshonestidad
y nuestros funcionarios públicos hacen
caso omiso, de que una función pública
es una gran oportunidad de servir a su patria y a sus conciudadanos, pero les viene
grande este valor, porque poco les importa cumplirlo con tal de satisfacer sus
intereses personales, y sin mayor recato practican el descaro y la sinvergüenza.
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