En
estos últimos días, el mundo está pendiente del ocaso de una existencia que para
muchos, ha sido, es y será un gran ejemplo de vida, que trasciende el tiempo y que penetra en las conciencias de todos
aquellos que siguen luchando por rescatar y preservar la dignidad del ser
humano.
Se
extingue el palpitar del corazón de Nelson Mandela, "Madiba", como le
conocen sus compatriotas por el titulo honorifico otorgado por los ancianos de
su clan; y la ciencia recurre a sus mecanismos para tratar de retardar lo que
será ineludible, porque todos tenemos nuestro tiempo y espacio en este mundo
terrenal, trascendiendo aquellas vidas que a su paso han dejado constancia de
su inquebrantable lucha en beneficio de sus congéneres y este es el caso de
Madiba.
Mandela,
abogado, político sudafricano, un luchador social, que se convirtió en un símbolo
mundial al sufrir durante 27 años la prisión de su cuerpo, reprimido por los
hombres que teniendo los hilos del control político de una nación, se
erigen en dictadores y represores de un
conglomerado social, para sojuzgarles y explotarles.
La
población mayoritaria de raza negra de Sudáfrica, sufrió la humillación de los
colonizadores ingleses por tener la desventaja de un color de piel, que siempre
se consideró como la expresión del ser que no debía ser apreciado como un ser
humano, sino como un ente inferior que ha nacido para ser explotado por una
raza superior.
Los
descendientes de los colonos blancos siempre constituyeron una minoría entre
los africanos de raza negra. Posterior a la segunda guerra mundial los gobernantes
de raza blanca, dictaron sus reglas racistas a través del “apartheid”, que establecía la segregación racial y que fue cuestionado
por la opinión internacional, por lo que el gobierno incrementó las sanciones,
los arrestos y la opresión contra la población de raza negra.
27
años de prisión, no bastaron a Mandela, para aprisionar su mente y sus ideas de
reivindicación de sus hermanos de raza, jamás tuvieron la barrera de las
paredes y rejas de una cárcel, convirtiéndolo con ello el guía absoluto de su
pueblo y nación.
Premio
nobel de la paz en el año de 1993, primer presidente negro de Sudáfrica en el periodo 1994 -1999. Mandela ha sido un hombre respetado y
reconocido por estadistas de todo el mundo y
por una gran parte de la
humanidad.
Madiba,
es uno de los últimos hombres de nuestro tiempo,
ejemplo de vida que durante su transcurrir, ha sembrado la ideología de la
libertad, del respeto a la dignidad humana y de la igualdad social, no
importando la pigmentación de su piel, su ideología social y políticas y sus
credos religiosos.
La
vida de Mandela se apaga, pero al suceder del todo, la obscuridad no la cubrirá,
al contrario aparecerá la brillantez y la nitidez de una luz que seguirá iluminando
el destino y la lucha de los conglomerados sociales marginales que desafortunadamente todavía en nuestros días,
siguen sufriendo la opresión, la explotación y la humillación de su dignidad.
El
color de la piel, no debe distinguir a las personas, no hacerlas diferentes, ni
ser indicativo de superioridad o inferioridad, el ser humano es igual a todos
sus congéneres, y deben ser tratados con igualdad, con respeto a su dignidad y
a sus ideas; Nelson Mandela, al igual que Mahatma Gandhi, Martin Luther King, y
otros hombres y mujeres que han sido ejemplos de vida, que han dejado la gran
huella de la libertad y la igualdad en la humanidad.
Madiba,
has cumplido con tu paso en esta vida, y la luz de tu lucha por tus hermanos de
raza, es el gran faro que seguirá iluminando la senda de la libertad y de la
dignidad humana.
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