miércoles, 11 de febrero de 2015

La grandeza del mexicano…









La mañana del 29 de enero de este año, nos ha dado una muestra más de dos situaciones, una que significa la grandeza del mexicano, y otra la cara de la negligencia.

La primera ha sido una más de las muchas demostraciones que a lo largo de la historia de mi país, México, sus hombres y mujeres han dejado constancia del gran sentimiento de solidaridad que aflora en los sucesos infaustos que han dejado marcado a nuestra nación.

Esa mañana ocurrió una gran explosión a causa aparente de una fuga de  originada en un camión cisterna que abastecía de gas al hospital materno infantil de Cuajimalpa, estado de México. A consecuencia de esto cerca de 70 heridos y dos personas fallecidas en el momento del fatal suceso.

Durante los trabajos de rescate se dieron lecciones de heroísmo por parte de hombres y mujeres que trabajaron en las labores y el esfuerzo en conjunto dio como resultado la sensible solidaridad de muchas mujeres vecinas del lugar donde se encontraba el hospital de maternidad, quienes se aprestaron para preparar alimentos que mitigara el hambre y la sed de los rescatistas.

Desafortunadamente tres héroes fallecieron a causa de las lesiones producidas en el lamentable suceso. Las enfermeras Mónica Orta Ramírez, Ana Lilia Gutiérrez Ledezma y el camillero José Luis Tinoco quienes sin importa los riesgos que implicaba para su vida, acudieron en un gran sentido del deber y compromiso con su trabajo y con aquellos para los que estaban a su servicio; y otras heroínas que por fortuna sobrevivieron y que rescataron muchas vidas de bebés: Reina Casas medina, Guadalupe Castañeda salgado y Juana Zacarías Pérez.

Rescataron a muchos bebés, y a madres de los mismos que se encontraban en esos momentos de la conflagración. Y ofrendaron sus vidas en aras de servir, olvidándose de ellos mismos y de sus familiares.

Estos son los mexicanos que nos dan las grandes lecciones de grandeza, y que para nuestro país son el remanso de las situaciones tan escandalosas que se han suscitado en los últimos meses sobre todo en el ámbito político.

No todo está perdido en nuestro país, que se debate en la vergüenza internacional de la inseguridad y la corrupción, y esto nos manda el mensaje a todos los mexicanos que no todos los ciudadanos son corruptos y que se espera que también los personajes y actores del mundo empresarial y político den muestras y lecciones de honestidad, responsabilidad y de amor por México.

La otra cara que se muestra con esta carrera, es la de la negligencia, la de la improvisación, en México también se dan lecciones y muchas, porque carecemos de la cultura de la prevención y este es un gran problema para México, porque si se asocia con la corrupción da como resultado desgracias como la del jueves 29 de enero.

Es el momento de reconocer a estos héroes anónimos y legislar o decretar que ellos si son merecedores de que sus nombres se les dedique a una avenida, a una obra de gobierno, o institución social y que se retiren nombres de gobernantes, políticos y empresarios  que nada aportaron al país y que si aprovecharon sus cargos  y responsabilidades para su peculio personal.

Para la enfermera Mónica Orta Ramírez, Ana Lilia Gutiérrez Ledezma y el camillero José Luis Tinoco, mi homenaje de mexicano más sentido, mi admiración y mi oración al supremo creador. Para los sobrevivientes enfermeras Reina Casas Medina, Guadalupe Castañeda Salgado y Juana Zacarías Pérez, mi reconocimiento y homenaje, gentes como ustedes hacen tanta falta al país.
 
 ¡Honor a quien honor merece!

 

 

 






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