Ha iniciado prácticamente la
celebración de los juegos centro americanos en su versión año 2014, la
ceremonia de inauguración habrá de llevarse a cabo el día viernes 14 de
octubre, en la ciudad y puerto de Veracruz,
tetra heroico puerto marítimo que ha sido testigo de innumerables
hechos que simbolizan la grandeza
histórica de nuestro país.
Paradójicamente hace 46 años se celebraron los juegos
olímpicos de 1968 y días antes la crudeza de la intolerancia y la barbarie se
habían manifestado en los estudiantes que en la plaza de las tres culturas
Tlatelolco que con sus protestas buscaban mejores espacios de libertad y de
participación democrática en la plaza de
las tres culturas en Tlatelolco.
Y ahora en la celebración de
estos juegos centroamericanos, otra lastimadura social, lacera y avergüenza internacionalmente
ya que de todos es conocido los lamentables hechos ocurridos en la ciudad de Iguala del estado de Guerrero,
referente a la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la escuela normal
superior de ayotzinapa.
Nuestra nación se ha
estremecido por este infausto suceso, y lo que es más la serie de hechos que se
han venido sucediendo por las protestas estudiantiles y de grupos sociales que
han salido a la calle para manifestar su descontento y demandar a las
autoridades de gobierno, el esclarecimiento de los hechos y del castigo a los
responsables de estos deleznables actos.
Pero como en toda revuelta,
aparecen quienes como emisarios del caos y de la violencia, han aprovechado la
justa demanda y protestas de los padres de los desaparecidos y de quienes como
sociedad se han solidarizado con ellos, para realizar actos reprobables que no
conducen a nada, porque la violencia siempre habrá de tener como resultados la
generación de mayor violencia.
El sentimiento de la nación
está en vilo preocupado por la desaparición de 43 jóvenes mexicanos que en sus
anhelos de vivir una nación más justa y equitativa, se adentraron a la aventura
juvenil de hacer realidad sus sueños de esperanza de un México mejor y aportar
con su esfuerzo la construcción de un
nuevo país.
Mientras tanto el presidente
enrique peña nieto se encuentra en el país de China, y posteriormente en Australia,
asistiendo a reuniones de jefes de Estado y un procurador de la republica que
ha externado en una desafortunada expresión “de estar cansado” pero ya ha hecho
la aclaración pertinente que al referir el vocablo cansancio, no expresa estar
agotado y hay que entenderlo como todo ser humano tiene límites que superar,
pero la ciudadanía exige, demanda, y lo hace sin consideración, porque está
cansada de vivir en la inseguridad, en la injusticia, en observar la impunidad
de aquellos que han transgredido la ley y que no se les aplica.
Preocupante es, el estado en que se encuentra el país, se
están incubando ya desde hace tiempo el malestar generalizado que exige a las
autoridades de gobierno una mayor efectividad en su actuar, honestidad en el
desempeño de sus funciones, pero lo que es mas México se ahoga en una gran
crisis de credibilidad hacia el quehacer de los gobernantes, de sus
legisladores y lo más grave en la equidad y el limpio proceder de los
impartidores de justicia.
El alentador panorama que se
dibujo a los mexicanos, con las reformas energéticas, comunicación, laboral y
política con el nuevo gobierno de Enrique Peña, en estos tiempos no resultan tan halagadores. Esta
crisis social tiende agravarse con los
problemas económicos que afectan gravemente el crecimiento económico de nuestro
país, el precio internacional del
petróleo está decreciendo y los legisladores y el gabinete económico del presidente
Peña han sustentado el crecimiento económico con la base de los ingresos por
venta de petróleo y por lo que es más preocupante en las divisas que se obtienen
como resultado de las remesas de dólares que envían los mexicanos que radican
como ilegales en los estados unidos de Norteamérica que tuvieron que emigrar
por no encontrar oportunidades de trabajo en su país de origen.
Preocupante, la situación de
nuestro país, los juegos centro americanos serán el escaparate apropiado para
que las manifestaciones se multipliquen y la opinión internacional se entere de
las preocupaciones de los mexicanos que en innumerables ocasiones han puesto
sus esperanzas en gobiernos de diferentes partidos políticos pero que han sido
defraudados en sus esperanzas y en las promesas de sus candidatos.
Los gobiernos, federal,
estatal y municipal, a si como los legisladores y ediles, deben tener en
consideración y reflexionar en la actividad que se está generando por las
inconformidades sociales que se están manifestando. Todo esto significa una
alerta, una luz amarilla preventiva, que puede cambiar en luz roja en cualquier
instante. Todo pueblo tiene un límite de tolerancia y la percepción es que estos límites se están
agotando.
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