“En el SNTE no caben los líderes morales y menos los vitalicios…”.
Elba Esther Gordillo Morales.
En
estos últimos días del mes de octubre, dos sucesos se agregan a la historia sindical de nuestro México: La nueva reelección de los dirigentes de los
sindicatos más importantes de nuestro país, no por el hecho de la grandeza de
los mismos, sino por lo que significa para la política mexicana, el numero de
sus afiliados y los dineros que se manejan, no tanto a favor de los intereses de los trabajadores afiliados a
los dos sindicatos de referencia, como para los dos líderes que ante la
pasividad y complacencia de sus agremiados,
han engordado sus faltriqueras personales.
Elba
Esther Gordillo, propietaria del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la
Educación y Carlos Romero Deschamps, propietario del Sindicato de Trabajadores
de la industria petrolera, la primera líder con permanencia de 23 años y el segundo con casi 20 años.
Ambos con una gran experiencia en los manejos sindicales y en las
argucias legales provenientes de las alianzas de intereses con gobernantes que
requirieron de sus apoyos en los tiempos de sus respectivos mandatos como
ejecutivos federales.
A
pesar de que ambos dirigentes, son de origen priista y de que le deben su vida
política sindical a un gobernante priista Carlos Salinas de Gortari, tanto Elba Esther como Carlos Deschamps,
tendieron puentes y alianzas con los presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón,
a fin de conservar sus posiciones de privilegio y la jetatura sindical que les ha
permitido prolongar sus gestiones.
En
el 2000, año en que el partido
Revolucionario Institucional perdió en
elecciones la presidencia de la republica, se pensó que sería el fin del poder
de las dictaduras sindicalistas y que se abriría un nuevo panorama para los
trabajadores mexicanos, pues por fin habría de practicarse a manera de espejo
las prácticas democráticas al interior de las organizaciones sindicales y que
las dirigencias de los sindicatos tradicionales y sempiternos se derrumbarías y
un nuevo sindicalismo se practicaría en el país.
Pero,
oh sorpresa, la capacidad de maniobra de los dirigentes sindicales fue
asombrosa, porque a pesar de los intentos del ejecutivo federal y de los
funcionarios de la secretaría del
trabajo, estos no desaparecieron, ni se abrieron nuevos espacios de
organización sindical, sino al contrario los lideres se fortalecieron e
hicieron de su aparente debilidad ante el gobierno de ideología empresarial una
fortaleza ya que no solo subsistieron, sino que pervivieron con mayor poder y con mayor amplitud en la
permanencia de sus cargos, a través de argumentaciones legales que los panistas
no supieron librar o no quisieron porque así les convenía para negociar alianzas
que permitieran un mayor sojuzgamiento de la clase trabajadora del país, en
beneficio de la clase empresarial.
Elba Esther Gordillo Morales, aparte de
dirigir el SNTE, ha sido diputada
federal, senadora, dirigente de la CNOP nacional, uno de los sectores del PRI,
secretaria general del PRI nacional y propietaria del Partido PANAL, posición que le permite un mayor poder
político y económico por la recepción de las correspondientes prerrogativas a
que tienen derecho legalmente.
Carlos
Antonio Romero Deschamps, asumió el cargo interinamente a partir del año de
1993, ha sido diputado federal en tres ocasiones y senador de la republica en
dos; el manejo de cientos de millones de
pesos y de contratos multimillonarios desconocidos para sus representados, el
asunto del PEMEXGATE, en donde se conoce de la entrega al sindicato por parte
de la empresa de una suma calculada en 2,734 millones de pesos, y que no se ha
aclarado a cuenta de que.
De
este dirigente, llama la atención de la opinión nacional, su declaración
respecto a la tragedia ocurrida el pasado 18 de septiembre de este año, la
explosión de un ducto de gas en Reynosa Tamaulipas, resultando 47 heridos y 30
trabajadores que perdieron la vida, nos hace apreciar por la manifestación de
su insensibilidad, los compromisos que debe tener con la empresa y no con los
trabajadores, al declarar a los medios “que
no se magnifique la explosión”.
Ambos
dirigentes aparte de las afinidades que los caracteriza, permanencia en sus
respectivas dirigencias y manipulación del poder, los une el nombre de un
político CARLOS SALINAS DE GORTARI, ya que en los años de su mandato como
presidente de la Republica (1988-1994), a los dos les dio vida y poder
sindical; 1989 Elba Esther asume la
dirigencia; 1993 Carlos Romero Deschamps, y los dos por idénticas razones: el
destronamiento de dos ex dirigentes, que tenían cuentas pendientes con el mandatario en turno: Carlos
Jonguitud Barrios del SNTE y Joaquín Hernández
Galicia (la Quina) del sindicato de Pemex.
Mueve a sospecha y curiosidad el saber los motivos de estas apresuradas
reelecciones, por seis años, que se dan antes de la toma de posesión del
presidente electo Enrique Peña Nieto (1 de Diciembre 2012), las maniobras
legales para lograr antes de ello la toma de nota de la secretaría del trabajo
y previsión social¸ el SNTE convocando a un congreso extraordinario para nombrar
a Elba Esther presidenta del Consejo General sindical para el fortalecimiento
de la educación pública, figura recién creada e incorporada en los estatutos
del SNTE y el sindicato de PEMEX en un congreso
celebrado a puerta cerrada.
Los
motivos, ellos lo saben, la actitud de Elba Esther y su frase “el que anda en
Europa” al referirse al presidente electo, muestra la soberbia que salta al temor de que quizá al retorno del
PRI a los pinos se realice el ajuste cuentas por las conductas observadas
durante los 12 años de gobiernos de PAN.
En
política las lealtades son correspondidas y premiadas, las deslealtades son
cobradas y castigadas en mayor grado. Esperemos los tiempos de gobierno del hoy
presidente electo Enrique Peña Nieto.
J.G.A.M.
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