jueves, 1 de noviembre de 2012

¿Democracia o descaro sindical?






En el SNTE no caben los líderes morales y menos los vitalicios…”.

Elba Esther Gordillo Morales.

 

 







En estos últimos días del mes de octubre, dos sucesos  se agregan a  la historia sindical de nuestro México:  La nueva reelección de los dirigentes de los sindicatos más importantes de nuestro país, no por el hecho de la grandeza de los mismos, sino por lo que significa para la política mexicana, el numero de sus afiliados y los dineros que se manejan, no tanto a favor de  los intereses de los trabajadores afiliados a los dos sindicatos de referencia, como para los dos líderes que ante la pasividad  y complacencia de sus agremiados, han engordado sus faltriqueras personales.

Elba Esther Gordillo, propietaria del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación y Carlos Romero Deschamps, propietario del Sindicato de Trabajadores de la industria petrolera, la primera líder con permanencia de 23  años y el segundo con casi 20  años.  Ambos con una gran experiencia en los manejos sindicales y en las argucias legales provenientes de las alianzas de intereses con gobernantes que requirieron de sus apoyos en los tiempos de sus respectivos mandatos como ejecutivos federales.

A pesar de que ambos dirigentes, son de origen priista y de que le deben su vida política sindical a un gobernante priista Carlos Salinas de Gortari,  tanto Elba Esther como Carlos Deschamps, tendieron puentes y alianzas con los presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, a fin de conservar sus posiciones de privilegio y la jetatura sindical que les ha permitido prolongar sus gestiones.

En el 2000,  año en que el partido Revolucionario Institucional perdió  en elecciones la presidencia de la republica, se pensó que sería el fin del poder de las dictaduras sindicalistas y que se abriría un nuevo panorama para los trabajadores mexicanos, pues por fin habría de practicarse a manera de espejo las prácticas democráticas al interior de las organizaciones sindicales y que las dirigencias de los sindicatos tradicionales y sempiternos se derrumbarías y un nuevo sindicalismo se practicaría en el país.

Pero, oh sorpresa, la capacidad de maniobra de los dirigentes sindicales fue asombrosa, porque a pesar de los intentos del ejecutivo federal y de los funcionarios de la  secretaría del trabajo, estos no desaparecieron, ni se abrieron nuevos espacios de organización sindical, sino al contrario los lideres se fortalecieron e hicieron de su aparente debilidad ante el gobierno de ideología empresarial una fortaleza ya que no solo subsistieron, sino que pervivieron  con mayor poder y con mayor amplitud en la permanencia de sus cargos, a través de argumentaciones legales que los panistas no supieron librar o no quisieron porque así les convenía para negociar alianzas que permitieran un mayor sojuzgamiento de la clase trabajadora del país, en beneficio de la clase empresarial.

 Elba Esther Gordillo Morales, aparte de dirigir el SNTE, ha sido  diputada federal, senadora, dirigente de la CNOP nacional, uno de los sectores del PRI, secretaria general del PRI nacional y propietaria  del Partido PANAL,  posición que le permite un mayor poder político y económico por la recepción de las correspondientes prerrogativas a que tienen derecho legalmente.

Carlos Antonio Romero Deschamps, asumió el cargo interinamente a partir del año de 1993, ha sido diputado federal en tres ocasiones y senador de la republica en dos;  el manejo de cientos de millones de pesos y de contratos multimillonarios desconocidos para sus representados, el asunto del PEMEXGATE, en donde se conoce de la entrega al sindicato por parte de la empresa de una suma calculada en 2,734 millones de pesos, y que no se ha aclarado a cuenta de que.

De este dirigente, llama la atención de la opinión nacional, su declaración respecto a la tragedia ocurrida el pasado 18 de septiembre de este año, la explosión de un ducto de gas en Reynosa Tamaulipas, resultando 47 heridos y 30 trabajadores que perdieron la vida, nos hace apreciar por la manifestación de su insensibilidad, los compromisos que debe tener con la empresa y no con los trabajadores, al declarar a los medios “que no se magnifique la explosión”.

Ambos dirigentes aparte de las afinidades que los caracteriza, permanencia en sus respectivas dirigencias y manipulación del poder, los une el nombre de un político CARLOS SALINAS DE GORTARI, ya que en los años de su mandato como presidente de la Republica (1988-1994), a los dos les dio vida y poder sindical;  1989 Elba Esther asume la dirigencia; 1993 Carlos Romero Deschamps, y los dos por idénticas razones: el destronamiento de dos ex dirigentes, que tenían cuentas  pendientes con el mandatario en turno: Carlos Jonguitud Barrios  del SNTE y Joaquín Hernández Galicia (la Quina) del sindicato de Pemex.

Mueve  a sospecha y  curiosidad el saber los motivos de estas apresuradas reelecciones, por seis años, que se dan antes de la toma de posesión del presidente electo Enrique Peña Nieto (1 de Diciembre 2012), las maniobras legales para lograr antes de ello la toma de nota de la secretaría del trabajo y previsión social¸ el SNTE convocando a un congreso extraordinario para nombrar a Elba Esther presidenta del Consejo General sindical para el fortalecimiento de la educación pública, figura recién creada e incorporada en los estatutos del SNTE  y el sindicato de PEMEX en un congreso celebrado a puerta cerrada.

Los motivos, ellos lo saben, la actitud de Elba Esther y su frase “el que anda en Europa” al referirse al presidente electo, muestra la soberbia  que salta al temor de que quizá al retorno del PRI a los pinos se realice el ajuste cuentas por las conductas observadas durante los 12 años de gobiernos de PAN.

En política las lealtades son correspondidas y premiadas, las deslealtades son cobradas y castigadas en mayor grado. Esperemos los tiempos de gobierno del hoy presidente electo Enrique Peña Nieto.


J.G.A.M.


 

 

 


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