domingo, 21 de abril de 2013

Veracruz, valentía, orgullo y dignidad…




Invasión de 1914.




“de los invasores no quiero ni la vida”

Tte. José Azueta Abad.

 

Hoy se cumplen 99 años de una gesta gloriosa realizada por un pueblo que en su carácter lleva la alegría y la sinceridad a flor de piel y el orgullo, valentía y dignidad en la sangre y corazón,

21 de abril de 1914,  el extraño enemigo profanó el suelo patrio, para atacar a un pueblo inerme que fue abandonado a su suerte por la soldadesca de Victoriano Huerta, y que de inmediato se aprestó a la defensa sin más conocimiento de tácticas de guerra, que el palpitar de sus corazones y sus mentes enfocadas en defender su libertad y escribir en las páginas históricas de nuestro México, la grandeza y valentía del pueblo veracruzano.

El ejército de los Estados unidos de Norteamérica, ataca el puerto de Veracruz, pretextando el desconocimiento del gobierno de Victoriano Huerta, pero la finalidad real fue la  de proteger sus intereses económicos.  Fondea frente al puerto 44 barcos de guerra, tres buques hospitales, varias unidades de aprovisionamiento, desembarcando cerca de 7000 mil hombres, contando con los medios de guerra más modernos de la época y comandados por el almirante Frank Friday Fletcher.

En las primeras horas del 21 abril, las tropas de Victoriano Huerta presidente usurpador de México, comandadas por el general Gustavo A. Mass se retira del puerto abandonando a la población a  su suerte, llevándose la mayoría de las armas y pertrechos de guerra.

Ante esto, el pueblo decidido resuelve defender el suelo patrio y resistir con una improvisada defensa organizándose la población, con rudimentario  armamento.

Jamás las tropas norteamericanas imaginaron que se encontrarían con la heroica resistencia, el coraje y valentía de un pueblo. Los marines desembarcan en el puerto y se escuchan los primeros disparos del arma de un modesto policía municipal que descarga su pistola frente a los marines, Aurelio Monfort, el cual es acribillado por la fusilería invasora.

Los comerciantes de la ciudad entregan rifles y pistolas a los civiles voluntarios y algunos ciudadanos se turnan en medio del combate para utilizar las armas de los caídos; el coronel Manuel Contreras organiza grupos de civiles que se distribuyen por las casas y esquinas de la ciudad.

Los alumnos de la escuela naval se incorporan a la defensa comandados por el comodoro Manuel Azueta. La escuela es bombardeada desde los cruceros invasores y el hijo del comodoro, ex alumno de la escuela naval, teniente José Azueta, empuña una ametralladora al descubierto para hacer frente a los invasores, hasta que cae gravemente herido, cuando los invasores le ofrecen ayuda médica, Azueta la rechaza respondiéndoles “de los invasores no quiero ni la vida”; Azueta muere el 10 de mayo de 1914 siendo su sepelio una impresionante demostración de protesta en contra de los invasores norteamericanos.

El pueblo veracruzano resiste más de 24 horas, artesanos, empleados albañiles, comerciantes, hombres y mujeres ofrendan sus vidas en aras de la defensa del suelo patrio y la soberanía nacional.  

Al finalizar el día 22, la resistencia termina con un saldo trágico de cerca de 500 muertos, los invasores hacen piras con los cadáveres de los patriotas veracruzanos, muchos combatientes son hechos prisioneros y retenidos en las cárceles durante la ocupación, centenares de heridos fueron atendidos por médicos y estudiantes de medicina mexicanos.

Durante seis meses el pueblo veracruzano sufrió la invasión yanqui y durante ese tiempo fueron muchas las acciones de resistencia civil en contra del enemigo invasor, quienes impusieron la ley marcial a la población.

Hoy a 99 años, escribo estas letras para rendir mi  sentido homenaje a civiles que ofrendaron sus vidas en defensa de un girón de nuestra patria,  Aurelio Monfort, Andrés Molina, Andrés Montes, a militares José Azueta, Virgilio Uribe, Jorge Alacio Pérez, Benjamín Gutiérrez y a los caidos cuyos nombres se pierden en la bruma del tiempo.

A ellos mi gratitud por la gran lección de amor y generosidad hacia nuestra patria, ellos serán siempre el gran ejemplo de lealtad y de valor que ya no existe en los tiempos actuales y que tanto se necesita para que las generaciones futuras sean preservadoras y defensoras de la grandeza y dignidad de nuestro México.

¡Veracruz cuatro veces heroica¡ ¡orgullo de México¡







0 comentarios:

Publicar un comentario