En el primer día
de gobierno del presidente de México Lic. Enrique Peña Nieto, dio a conocer a
la nación, que su gobierno emprendería una cruzada nacional contra el hambre; el anuncio cayó
bien y muchos mexicanos se enteraron de
la grave situación por la que atraviesan más de 28 millones de mexicanos sin
acceso a la alimentación. (Consejo Nacional. de Evaluación de la política de
desarrollo social. CONEVAL)
En principio el
nombre del programa me remontó a los tiempos históricos del Medioevo en que los
ejércitos del vaticano en nombre de la cruz de Cristo, tomaron el nombre de
cruzadas para combatir a las naciones que no practicaban el catolicismo.
Han transcurrido
los primeros cien días de gobierno del nuevo presidente y en estos primeros días
de abril la titular de la secretaría de
desarrollo social, Rosario Robles Berlanga, ha dado a conocer a los medios que
se ha invitado al ex presidente de Brasil, luiz Inacio “lula” da Silva para aportar ideas respecto al
programa cruzada contra el hambre, teniendo en consideración su programa exitoso
llevado a cabo en Brasil durante su gobierno y que se denomino “hambre cero”.
Y también se anuncia que dentro de las
actividades a desarrollar se organizaran subastas, donaciones en especie,
concursos, películas, conciertos y que se dedicará un mes de actividades de cada año de los seis
de gestión, que estas actividades “no serán
frívolas” (sic) y que se han iniciado
los trabajos en la mayoría de los 400 municipios donde se aplicara el programa.
Que se dotaran a
niños de cámaras fotográficas, para que sean observadores de la cruzada y a través
de sus imágenes se conozcan los avances del programa y a los jóvenes de
escuelas técnicas de los municipios serán brigadistas del programa con apoyos económicos,
transporte y comidas y me remonta a programas con las juventudes socialistas soviéticas,
cubanas y chinas.
Los cinco
objetivos principales, cero hambre, eliminar la desnutrición aguda, aumentar la
producción e ingreso de pequeños productores agrícolas, minimizar pérdidas de
cosechas y almacenamiento, y promover la
participación comunitaria y social.
El cielo está lleno de buenas intenciones, y bien que se haya invitado a un presidente
exitoso que logró elevar la economía de su país, utilizando una gran formula,
servir a su pueblo con sencillez, sinceridad, honestidad, y sentido común.
En nuestro país,
seis años no bastaran para lograr el hambre cero, porque hay que luchar primero
contra la incredulidad del mexicano, contra los grandes intereses económicos, y
políticos que han deteriorado el desarrollo de esta gran nación, que durante más
de 500 años ha sido saqueada por los intereses extranjeros e internos.
Y de nueva
cuenta caeremos en los mismos vicios de desigualdad, ya que se promoverán las donaciones con las
grandes compañías, con estimulación fiscal,
es decir más oportunidades para no pagar
impuestos, y se avecina la medicina
amarga para la mayoría del pueblo, con la pretendida reforma fiscal en la que
se abrirá la puerta al establecimiento del IVA a medicinas y alimentos.
Bienvenido el ex
presidente de lula, un brasileño de extracción sindicalista, de familia obrera,
y con gran prestigio de mandatario exitoso; pero creo que no es necesario su
aval para emprender la famosa cruzada contra el hambre; el mejor aval serán los
integrantes de esta gran nación, al constatar que sus gobernantes están cumpliendo
con sus compromisos de campaña y con su compromiso social.
En México no
solo hay hambre de comestibles, hay un hambre crónica de justicia social, hambre de equidad, hambre
de honestidad. Si esto lo entienden y lo satisfacen nuestras actuales
autoridades, tendrán también el reconocimiento de una sociedad que esta hambrienta
de respeto a su dignidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario