2014 ya lo estamos viviendo, después del frenético
tiempo del mes de diciembre que se vive en México, desde el día 1 en que se cumplió
el primer año de la administración del actual presidente Enrique Peña Nieto,
las sorprendentes decisiones legislativas que dieron como resultado las
aprobaciones de las reformas energética y antes la hacendaria y la educativa,
las festividades de la patrona de México la virgen de Guadalupe y las
festividades prenavideñas, pre posadas, posadas y festividades del nuevo año, México
despierta del mes mágico y se enfrenta a una realidad: el alza del costo de
vida a partir del 1 de enero de 2014.
Los
titulares de la prensa en general, señalan: alza de combustibles, gasolina,
gas, y seguramente consumo de energía eléctrica. A pesar de la campaña mediática
emprendida por el gobierno federal, para tratar de convencer a los mexicanos de
las presumibles bondades de la reforma energética, al manejo mediático de que
gracias a la reforma energética pagaremos menos por la gasolina, y por la energía
eléctrica, que habrá más empleos y que México será un país maravilloso.
Por
otra parte, la “Reforma” hacendaria, se ha implementado para lograr una mayor recaudación,
y así hacer frente al dispendioso gasto público, que para la gran mayoría es
exagerado pues es injusta la distribución de la riqueza en nuestro país, ya que
no existe equidad en el trato hacia los contribuyentes menores a diferencia de
los mayores, que por ser de la clase empresarial se le distingue con
prerrogativas que no tienen ni tendrán los integrantes de la clase media y
mucho menos las clases marginales.
Los
maestros, los trabajadores al servicio del estado, los profesionistas que
ejercen en forma particular, los pequeños comerciantes, los modestos
prestadores de servicios, son contribuyentes cautivos que cumplen con sus
obligaciones hacendarias; los grandes empresarios, los dueños del capital, los
legisladores, los funcionarios de los primeros niveles de gobierno, los líderes
sindicales, representan la casta del privilegio, los receptores de los
beneficios y prebendas que otorga el gobernante en turno y los grupos de poder político
y económico.
Y
la brecha se sigue ampliando y con estas “Reformas” se convertirá en abismo
para ahondar la desigual distribución de la riqueza, mal endémico de nuestro país,
paraíso de la corrupción, de la impunidad y la inequidad social.
Las
“reformas” se han echado andar, a futuro sabremos los resultados, y a quien
verdaderamente beneficiaran, y para muestras tenemos, aquellas que se llevaron
a cabo con el presidente Salinas de Gortari, privatización de los puertos, privatización
de los ferrocarriles nacionales, la privatización de teléfonos de México, el TLC, tratado libre de comercio con USA y Canadá,
¿a quien o quienes benefició?: A personajes que incrementaron sus fortunas
hasta en un 1000 %.
Ahora
la reforma energética, nos dicen será para un gran despegue de la economía mexicana,
queda el beneficio de la duda, porque los resultados de otras “reformas” no han
sido en beneficio de una nación que está en el nivel del hartazgo de sus
gobernantes y sus partidos políticos.
Sin
embargo, este blog, LIDER 50, desea a sus lectores el mejor de los años, que
2014 sea de grandes esperanzas y realizaciones tanto en lo personal como en lo
familiar; todo ser humano ha tenido la suerte de vivir esta vida, que aun con
todas sus complicaciones, significa el gran reto y es el que tenemos que vencer
con ideales de armonía, de tolerancia, de solidaridad con nuestros congéneres.
Una
nación se construye con los ideales de sus connacionales, con el trabajo
fecundo, con la creatividad y el talento de sus ciudadanos y no de sus
gobernantes, quienes al menos en México, traicionan y apuñalan tanto a quienes
votaron y no votaron por ellos; México tiene que cambiar para bien de su
porvenir, y ese cambio le corresponde hacerlo y lograrlo a la ciudanía.
¡FELIZ AÑO 2014!
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