Existe
un refrán popular que dice: “al toro por los cuernos”, y esto se refiere a que
cuando se tiene enfrente un problema hay que salir para atajarle el paso y
resolver para que no se compliquen más las cosas. Esto viene a relación debido al hecho suscitado la tarde del día de
ayer 30 de septiembre 2014, en un hecho inédito en los anales de la política mexicana,
debido a la intervención del secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, ante los jóvenes manifestantes
del politécnico nacional quienes en protesta por situaciones que ellos
consideran anómalas en sus centros de estudios, ganaron las calle para
manifestar su descontento y al presentarse en las oficinas de la secretaría de gobernación
su titular salió para atenderlos y dialogar con ellos.
El
hecho debe tomarse como una lección y un mensaje para todos los funcionarios de
todos los niveles de gobierno, que están acostumbrados a menospreciar las
demandas populares y a practicar la política del avestruz: esconderse en sus
privados.
El
secretario de gobernación ha reaccionado de acuerdo a las circunstancias
sociales de los tiempos, un movimiento juvenil que ha dado muestras de
civilidad, al manifestarse con respeto ante la ciudadanía, sin pintas, sin
ataques o denostaciones, inmersos en una lucha por defender sus derechos y reivindicar
la lucha social de una nación que está harta de promesas incumplidas y que
sufre crisis de credibilidad en las instancias de gobiernos, y de legisladores
y administradores de justicia.
La
intervención del secretario de gobierno ha sido oportuna, ya que como
responsable del orden interno del país, debe estar atento a cualquier signo de inconformidad
social y atender de manera oportuna y efectiva. Hay que recordar que estamos en
las proximidades del día 2 de octubre en que los estudiantes sobre todo los
universitarios se manifiestan por las calles de la ciudad de México y en el
país, rememorando la tragedia estudiantil conocida como la matanza de Tlatelolco
ocurrida en el año de 1968.
Asi
también se debe tener presente que en los últimos años, los movimientos
sociales encabezados y organizados por los jóvenes han cimbrado en sus
estructuras gobiernos del medio oriente y que es en esos movimientos donde se
gesta y se incuban las simpatías sociales, dando como resultado las grandes
conquistas sociales o las tristes tragedias por las impositivas cúpulas retrogradas
de poder.
En
estos días otro movimiento de jóvenes está gestando el futuro de una nación como
lo es china, en Hong Kong los jóvenes se enfrentan al poder centralista de Pekín,
manifestándose en un movimiento democratizador, ya que Pekín no están respetando
los acuerdos sobre el sufragio universal en la ex colonia británica, los jóvenes
desean elecciones libres y democráticas y Pekín no se los permite al haber
vetado la libre candidatura de los aspirantes al ejecutivo Hongkones,
pretendiendo imponer candidatos a su conveniencia. La respuesta autoritaria de
las autoridades centrales de Pekín, la REPRESION, la reacción de los
estudiantes la desobediencia civil y el endurecimiento de la protesta por parte
de los estudiantes.
Y
esto es lo que se debe evitar el desbordamiento social que busca cauces para
fertilizar nuevas formas de gobierno y de atención social.
Ojala
que este hecho sucedido en la capital del país, sea una nueva forma de atención
a las demandas sociales de los mexicanos, enfrentar los retos, buscar las
soluciones correctas y dejar satisfechas las demandas sociales, son obligación
de todo mandatario ante sus mandantes sociales.
México
requiere de atención inmediata a sus demandas de justicia equitativa, de fuentes
empleo para las nuevas generaciones de estudiantes, de seguridad, de medicina
social, pero sobretodo de elevar los niveles de calidad en la educación. Los jóvenes
del politécnico nacional, y todos los universitarios tienen en estos momentos la
oportunidad de luchar por la mejoría de su educación que tanta falta hace para
elevar la calidad y la responsabilidad social de la nación mexicana.
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