domingo, 8 de septiembre de 2013

CRISIS MAGISTERIAL, TOCANDO PUERTAS….




“Educar es formar personas aptas para gobernarse a si mismas, y no para ser gobernadas por otros”.

Herbert Spencer.



En estos últimos días, nuestra nación esta inquieta, un sector de la masa nacional se mueve, y es un sector predominante por la importancia del papel que le corresponde desempeñar en el entramado de nuestra organización social: EL SECTOR MAGISTERIAL.

¿La causa?, la reforma educativa que es el tema nacional y una de las iniciativas y propuestas del actual ejecutivo federal, representado por Enrique Peña Nieto, presidente de la República mexicana. Hay descontento, la olla social se despresuriza, a través de las marchas y bloqueos de carreteras, para manifestar su descontento y su irritación en contra de los legisladores y de las autoridades de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal.

La reacción permanente por parte de los maestros, es por parte de la CNTE, coordinadora nacional de los trabajadores de la educación, organismo sindical contrario a la SNTE, sindicato nacional de los trabajadores de la educación y que fue dirigido durante muchos años por la Prof. Elba Esther gordillo morales, actualmente en prisión sujeta a proceso por delitos del orden federal, pero que a la percepción nacional no escapa el hecho, de estar castigada y sometida por sus deslealtades y traiciones al sistema que le dio vida y poder politico, para hacer y deshacer en la vida organizacional del sindicato y en el entramado del sistema político mexicano, que requiere de líderes sindicales al servicio de los intereses partidistas y de gobiernos en el poder.

Las manifestaciones de los maestros, van mas allá de su irritación por la reciente aprobación por parte del congreso federal de la ley general del servicio profesional docente,  y comento que va mas allá de esto, porque la irritación no es solo contra las autoridades de gobierno, sino también en contra de sus líderes sindicales, domesticados por los gobernantes en turno, que satisfacen los intereses personales de aquellos dirigentes sindicales que se postran al recibir prebendas políticas y económicas, traicionando los intereses  de sus representados.

Si bien es cierto que la calidad de la educación está dejando mucho que desear en nuestro país, también es cierto que no solo es culpa de los maestros en su generalidad, buena parte de culpa la han tenido lo gobernantes, que se ha olvidado de enriquecer y fortalecer  el sistema educativo nacional, y que prefieren dar mayor fortaleza a otros temas que son de especial interés para el gobernante en turno, en aras de satisfacer intereses políticos  y económicos.

Burla es constatar que todavía en México, existen escuelas, de todos los niveles de enseñanza, sin inmuebles, funcionando en casas ajenas, en inmuebles prestados, en terrenos baldíos, donde los maestros y los padres de familia tienen que construir con materiales de laminas y cartón techos y paredes para que los alumnos puedan recibir sus enseñanzas y se dan casos hasta  debajo de un árbol.

 

Por otra parte, el pago que reciben los maestros es inequitativo, a diferencia del que reciben los maestros que están bajo la “protección” del sindicato, refiriéndome a quienes tienen cargos sindicales, a quienes son comisionados, a quienes ocupan cargos políticos y perciben dobles emolumentos y a quienes sin trabajar reciben puntualmente sus salarios.

Así también en las filas magisteriales, se ha perdido un elemento que los distinguía de los demás sectores sociales: LA VOCACION DE ENSEÑAR, y ese valor que les prodigaba la admiración tanto de los padres de familia como de los propios alumnos, se ha extinguido porque se dio más importancia al valor económico de la remuneración salarial que al sentido social de la enseñanza.

Las organizaciones sindicales perdieron el rumbo y en aras de concentrar el poder por el gran número de agremiados y de su participación en los terrenos de la política, se entregaron a los arreglos y conveniencias de grupos, utilizando como moneda de cambio la fuerza numérica de sus agremiados.

Conclusión, la culpa se reparte entre gobierno, sindicato y maestros que han confundido la protección sindical para beneficio propio, ser displicentes y cómplices de corruptelas que han deteriorado la imagen de los maestros.

Aclaro, no todos los maestros son culpables, porque a pesar de todo lo que está sucediendo, también existen maestros que cumplen y dan sentido a su vocación magisterial, pero son los menos.

México esta sufriendo los efectos de una transformación y esta debe ser para bien del futuro de las generaciones venideras, los sindicatos deben reflexionar de cuál es su verdadera misión, y las autoridades de gobierno, ejecutivo y legisladores reflexionar acerca del papel que les corresponde, pero sobre todo INFORMAR y dar debida cuenta de sus acciones. Las leyes  y las reformas estructurales que se lleven a cabo y que afecten o beneficien a la ciudadanía del país, deben someterse al escrutinio general y social, no solo entre gobernantes y legisladores por que así se demuestra una vez más la sujeción del poder legislativo a los intereses del poder ejecutivo.

 

 

 

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