Hoy 23 de enero de 2013, la suprema corte de Justicia de la nación otorga un fallo a favor de la impunidad; la justicia Mexicana se viste con crespones negros.
En las cárceles indígenas mexicanos que carecen de recursos económicos para pagar los honorarios de un defensor particular y prescindir del defensor de oficio, también esperan el esmero de una justicia pronta y expedita para solventar las violaciones a sus derechos humanos.
Hoy nuestra suprema corte de justicia se arrodilla ante el imperio del poder; al imperio de la justicia se le humilla y millones de mexicanos se arropan con los vestidos de la decepción y la incredulidad..
Pero a lo que ningún ser humano, ni gobernante, ni juzgador podrá escapar, por el sentido de su mal actuar, será a la voz de su conciencia, al escarnio y a la justicia divina.
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