miércoles, 30 de enero de 2013

.LOS DERECHOS HUMANOS Y SU POLITIZACIÓN.







El tema de los derechos humanos, es un tópico que en nuestro país, ha tomado el tiempo de la actualidad, a propósito de la actuación de los ministros de la suprema corte de justicia de la nación, con relación al caso de la liberación de una ciudadana francesa que adquiere notoriedad pública por su presunta participación en hechos  delictivos de una banda dedicada a la innoble tarea del secuestro de personas para obtener sumas millonarias de dinero.

Los derechos humanos es el discurso que los políticos contemporáneos han utilizado para avenirse simpatías y votos en los procesos electorales y también en el desarrollo de sus carreras políticas, haciendo de esto una moneda de cambio para la obtención en la mayoría de los casos de votos ciudadanos, en otros, de simpatías y aplausos cuando el gobernante argumenta el discurso  en defensa de los derechos humanos de sus gobernados.

Eruditos del derecho han realizado estudios respecto a los derechos subjetivos y los derechos humanos; hay quienes sostienen que ambos son lo mismo y que los políticos contemporáneos han utilizado el tema para el lucro político y existen quienes no comparten la idea de los primeros y establecen diferencias entre los derechos subjetivos y los derechos humanos.

Hay estudiosos del derecho que confrontan las tesis que defienden la preeminencia de los derechos subjetivos, ya que consideran que “son tesis políticas que tienden a proteger instituciones como la de la propiedad privada liberal, o la de la propiedad colectiva comunista” (Dr. Fausto E. Vallado Berrón,  “El Derecho Subjetivo”)

El Dr. Oscar Correas expresa, que no parece haber duda de que lo que conocemos como derechos llamados “humanos” son similares a los que tradicionalmente han sido conocidos por los juristas como derechos “subjetivos”. Puede discutirse,  si son anteriores al derecho positivo, pero no parece sensato negar que los derechos humanos como los derechos subjetivos, constituyan un discurso cuyo uso tiene por objeto, o bien exigir algo a alguien, o bien justificar, es decir darle sentido de lo bueno a una conducta. (“Acerca de los derechos humanos”, “Apuntes para un ensayo”),

En todas las constituciones políticas del mundo, se contemplan estos derechos subjetivos, como garantías individuales y en la actualidad surge el tema de los derechos humanos, reitero, como discurso de organizaciones civiles que al no respetarse sus derechos subjetivos y sus garantías individuales se organizan para luchar y defender los derechos humanos de hombres y mujeres que se encuentran integrados en sociedades dentro de un territorio y del espacio normativo que impone el poder gubernamental.

Así nos enteramos que organizaciones no gubernamentales (ONGs), son perseguidas por gobiernos que las consideran subversivas por no plegarse a los decretos establecidos por regímenes autoritarios  y también existen países que ante el mundo pregonan un respeto absoluto por el trabajo y la lucha de estas organizaciones y toman sus banderas para hacer de ellas, el medio publicitario y  mediático que sirve de mascarada para logros políticos.

México y Francia han dado en estos días una muestra de manejo mediático con el tema de los derechos humanos; el primero otorgando la liberación de una ciudadana francesa y dejando en la insatisfacción los derechos humanos de  los agraviados, víctimas de una banda de secuestradores.

Francia, sin recato alguno, recibiendo como una heroína a su compatriota, sin considerarla una delincuente común que en unión de otros mexicanos lastimaron, vejaron a otros ciudadanos mexicanos que por respeto a sus derechos humanos no se merecían haber vivido días terribles que han  quedado indelebles en sus mentes y que han afectado el rumbo de sus existencias.

La Justicia mexicana, una vez más con su actuación, abona creencia a la vox populi que no hay confianza en ella, que la crisis de credibilidad se ahonda y que la sociedad mexicana habrá de organizarse para tomar cartas en el asunto, defenderse contra la permanente desconfianza que existe desde tiempo atrás hacia los gobernantes, legisladores, partidos políticos y la administración de justicia.

Los derechos humanos no deben ser moneda de cambio, ni motivo de arreglos políticos, politizar estos derechos son motivo de repulsa social; los gobiernos de todo país, deben respetar los valores éticos y universales,  para lograr el respeto de sus gobernados y crecer ante los mismos dignificando el ejercicio de la política.

Nuestra suprema corte de justicia ha dado ejemplo de sumisión, la admiración por quienes actualmente se desempeñan como ministros en el máximo tribunal de justicia de nuestro país, se ha convertido en escarnio de sus prestigiosas carreras en el campo del derecho, pero lo que no se puede explicar son las declaraciones de la ministra Olga Sánchez Cordero al manifestar a los medios de comunicación que “si bien la ciudadana francesa está libre “ NO ES INOCENTE”  y fue puesta en libertad debido a las agravantes en su proceso que violentaron sus derechos fundamentales.” “Estoy satisfecha de la resolución que tomó mayoritariamente la Primera sala de la suprema corte de Justicia de la Nación. Nosotros los jueces constitucionales, no nos regimos por una opinión mayoritaria del público ni de la sociedad, tenemos que cumplir una obligación constitucional”.

En la mayoría de la opinión pública campea la percepción de que se acató una instrucción, por la imperiosa necesidad de dejar en libertad a la ciudadana francesa para reanudar el bloqueo diplomático y comercial que el país de Francia impuso a México, para presionar al gobierno de nuestro país y excarcelar a su connacional.

La división y la autonomía de los poderes legislativo, judicial y ejecutivo, ha quedado de manifiesto que solo existe en teoría y no en la práctica; poco importa la defensa de los derechos humanos de nuestros connacionales, solo interesan para utilizarlos como moneda de cambio.

Grave es la politización de derechos fundamentales como lo son los humanos, quedar a merced de negociaciones políticas o de discursos políticos que sirvan para matizar campañas políticas, no son más que agravios a una sociedad que está al borde del hartazgo.

 



0 comentarios:

Publicar un comentario