Invasión de
1914.
“de los invasores no quiero ni la vida”
Tte. José Azueta Abad.
Hoy
se cumplen 99 años de una gesta gloriosa realizada por un pueblo que en su
carácter lleva la alegría y la sinceridad a flor de piel y el orgullo, valentía
y dignidad en la sangre y corazón,
21
de abril de 1914, el extraño enemigo
profanó el suelo patrio, para atacar a un pueblo inerme que fue abandonado a su
suerte por la soldadesca de Victoriano Huerta, y que de inmediato se aprestó a la defensa sin más conocimiento
de tácticas de guerra, que el palpitar de sus corazones y sus mentes enfocadas
en defender su libertad y escribir en las páginas históricas de nuestro México,
la grandeza y valentía del pueblo veracruzano.
El
ejército de los Estados unidos de Norteamérica, ataca el puerto de Veracruz,
pretextando el desconocimiento del gobierno de Victoriano Huerta, pero la
finalidad real fue la de proteger sus
intereses económicos. Fondea frente al puerto 44 barcos de guerra,
tres buques hospitales, varias unidades de aprovisionamiento, desembarcando
cerca de 7000 mil hombres, contando con los medios de guerra más modernos de la
época y comandados por el almirante Frank Friday Fletcher.
En
las primeras horas del 21 abril, las tropas de Victoriano Huerta presidente
usurpador de México, comandadas por el general Gustavo A. Mass se retira del
puerto abandonando a la población a su
suerte, llevándose la mayoría de las armas y pertrechos de guerra.
Ante
esto, el pueblo decidido resuelve defender el suelo patrio y resistir con una
improvisada defensa organizándose la población, con rudimentario armamento.
Jamás
las tropas norteamericanas imaginaron que se encontrarían con la heroica resistencia,
el coraje y valentía de un pueblo. Los marines desembarcan en el puerto y se
escuchan los primeros disparos del arma de un modesto policía municipal que
descarga su pistola frente a los marines, Aurelio Monfort, el cual es
acribillado por la fusilería invasora.
Los
comerciantes de la ciudad entregan rifles y pistolas a los civiles voluntarios
y algunos ciudadanos se turnan en medio del combate para utilizar las armas de
los caídos; el coronel Manuel Contreras organiza grupos de civiles que se
distribuyen por las casas y esquinas de la ciudad.
Los
alumnos de la escuela naval se incorporan a la defensa comandados por el
comodoro Manuel Azueta. La escuela es bombardeada desde los cruceros invasores
y el hijo del comodoro, ex alumno de la escuela naval, teniente José Azueta, empuña
una ametralladora al descubierto para hacer frente a los invasores, hasta que
cae gravemente herido, cuando los invasores le ofrecen ayuda médica, Azueta la
rechaza respondiéndoles “de los invasores no quiero ni la vida”; Azueta muere
el 10 de mayo de 1914 siendo su sepelio una impresionante demostración de
protesta en contra de los invasores norteamericanos.
El
pueblo veracruzano resiste más de 24 horas, artesanos, empleados albañiles,
comerciantes, hombres y mujeres ofrendan sus vidas en aras de la defensa del
suelo patrio y la soberanía nacional.
Al
finalizar el día 22, la resistencia termina con un saldo trágico de cerca de
500 muertos, los invasores hacen piras con los cadáveres de los patriotas veracruzanos,
muchos combatientes son hechos prisioneros y retenidos en las cárceles durante
la ocupación, centenares de heridos fueron atendidos por médicos y estudiantes
de medicina mexicanos.
Durante
seis meses el pueblo veracruzano sufrió la invasión yanqui y durante ese tiempo
fueron muchas las acciones de resistencia civil en contra del enemigo invasor,
quienes impusieron la ley marcial a la población.
Hoy
a 99 años, escribo estas letras para rendir mi sentido homenaje a civiles que
ofrendaron sus vidas en defensa de un girón de nuestra patria, Aurelio Monfort, Andrés Molina, Andrés Montes,
a militares José Azueta, Virgilio Uribe, Jorge Alacio Pérez, Benjamín Gutiérrez
y a los caidos cuyos nombres se pierden en la bruma del tiempo.
A
ellos mi gratitud por la gran lección de amor y generosidad hacia nuestra
patria, ellos serán siempre el gran ejemplo de lealtad y de valor que ya no
existe en los tiempos actuales y que tanto se necesita para que las generaciones
futuras sean preservadoras y defensoras de la grandeza y dignidad de nuestro México.
¡Veracruz
cuatro veces heroica¡ ¡orgullo de México¡