A tu memoria, padre
querido….
El
pasado domingo 15 de junio, en México celebramos el día del padre, fecha que
quizá no sea tan celebrada como el día de la madre, pero observo que cada año que transcurre adquiere mayor relevancia
y sentido en la conciencia de los hijos.
El
mayor valor de un hombre es para mí el
ser padre, pero no solo estriba en el sentido de concebir, sino en el sentido
de criar, formar, educar, aconsejar y transmitir los valores morales que todo
ser humano debe tener, practicar, conservar y difundir, con sus acciones en
beneficio no solo de sus hijos, sino aportar a una sociedad que
cada día sufre la ausencia y carencia de valores, tan necesarios para formar
una mejor sociedad.
Como
todo en la vida, existen padres que solo han engendrado, y que adquieren el
adjetivo de padre por aportar un ser mas a la vida; en cambio
existen otros que verdaderamente trascienden
como padre por formar una familia, porque es hombre que
preocupado por la existencia de sus
hijos, lucha y se esfuerza a diario por
alimentar, educar ,formar y guiar.
No
existen tratados o formulas para ser un buen padre de familia, eso se adquiere
a través de la universidad de la vida y de la formación recibida desde el seno
del hogar.
Triste
es constatar el hecho de conocer en notas periodísticas de padres golpeadores y
abusadores que vuelcan sus traumas en los seres que son sus esposas, parejas y
que junto con sus hijos sufren y viven a diario un pesar.
Hombres
que se desentienden de sus hijos y que dejan en manos de sus madres o
familiares el destino de hijos, que deben enfrentarse a muy temprana edad con
los avatares de la vida.
Pero
también existen hombres que son ejemplos de vida y que significan para sus
hijos la luz y guía de un camino que hace menos difícil los tramos de
dificultad de la vida y paradójicamente
también los hay y que no han tenido
de la naturaleza el don de la paternidad y que como adoptivos
le dan mayor una significación y sentido
el ser padre.
Por
ello mi homenaje más sentido a todos los hombres que siendo padres, trazan las
rutas de sus hijos para que sus destinos de vida arriben a buen puerto, durante
la travesía de la vida, para aquellos que de la responsabilidad hacen una norma
de vida, mi admiración y mi respeto.
Y
para mi padre que no solo me dio vida, sino formación y cariño, la flor del
amor a su memoria y que su recuerdo siga siendo mi faro de luz y guía de mi
vida.
Te
quiero, te venero y te extraño, adorado Papá.
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